Donde no hay una firme voluntad y decisión política de cambiar la realidad de los sufrientes vecinos, y donde abunda el desdén y la desidia, suele recurrirse a decisiones facilistas y a los parches rápidos para buscar eventuales salidas a los problemas acudiendo al antiguo método de la "manta corta" (taparse la cabeza y destaparse los pies), o a lo que expresa el antiguo proverbio hispánico "desnudar a un santo para vestir a otro".
A esto es a lo que recurre en muchas ocasiones el Gobierno provincial, tapando parches sin solucionar los problemas reales de fondo, y constantemente sacando de un lado para poner en otro, retroalimentando un efecto dominó donde termina siempre cortándose el hilo por su lado más delgado: el de los vecinos que requieren atención médica y satisfacer sus necesidades básicas, en los trabajadores.
Esto es lo que sucede cuando lo que falta es decisión y voluntad política de gobernar para la gente y focalizar las necesidades y las demandas de la caja provincial en los tres pilares fundamentales que siempre se pregonan: salud, educación y seguridad, en una provincia donde los obscenos gastos de Gobernación, del costo político, de campañas abusivas, de sueldos de funcionarios de primera, segunda, tercera línea, legisladores y jueces amigos, absorben la mayor porción del Presupuesto, y donde inconcebiblemente tanta abundancia termina por lapidar los ítems que deberían ser impostergables, como son la salud y la urgencia médica.
El pasado lunes, el Sistema de Asistencia Médica para Emergencia y Catástrofes (SAMEC) cerró temporalmente la sub base de Villa Palacios, en la capital salteña, para enviar un móvil a la localidad de Las Lajitas, en el departamento de Anta, donde no hay ambulancias para cubrir las emergencias de toda una población de miles de habitantes. Esto provocó un profundo malestar en la gente y en los trabajadores ambulancieros del SAMEC.
"El móvil está en Las Lajitas y acá hay bronca entre los choferes, que cuestionan la decisión de ponerse a prestar móviles por orden del Ministerio de Salud. Ya se cerró anteriormente la sub base del complejo de UTA, donde se cubrían todas las necesidades de la población de la zona oeste alta. Ahora se cerró la de Villa Palacios, y son varias las sub bases que se están cerrando en Salta por falta de móviles que se envían para tapar otras urgencias", le expresó indignado un trabajador del sustema de asistencia médica para emergencias a la redacción de DNIsalta.com.
Lo cierto es que, mientras desde el Gobierno provincial se cansan de repetir a viva voz que la salud pública es una prioridad que constituye los cimientos de una sociedad digna, hoy son cientos los habitantes que se quedan sin atención en casos de emergencias en barriadas de zona sur y alrededores, mientras que el mismo personal ve retaceado su trabajo.
Se trata de una asistencia pre-hospitalaria necesaria para acortar distancias en casos de urgencias en pos de la respuesta inmediata, y en muchos casos para salvar vidas, dado que la salud no espera a la hora de realizar traslados con la celeridad que las cuestiones urgentes demandan, y que un minuto vale oro a la hora de tratarse una urgencia. Asistencia que se le quita a los habitantes de un barrio de la capital para desactivar un problema mayúsculo en el interior, cuando la solución debe ser integral y para el beneficio de todos en el ítem salud, siendo que la temática de los móviles insuficientes del SAMEC ya viene de larga data, desde la fase más cruel de la pandemia, allá por 2020.
Cabe recordar que desde el Samec ya se alertaba sobre serias deficiencias en junio de aquel año, en pleno auge de la pandemia de coronavirus y con todo lo que esto significaba y demandaba, cuando el director del servicio de emergencias de entonces, Mario Palacios, sostenía que 13 ambulancias "dormían" a la espera de que el Gobierno provincial las retire para su reparación, espera que llevó meses, cuando por aquel tiempo el SAMEC llegó a contar solo con cinco ambulancias en condiciones óptimas para dar respuestas a la demanda de una ciudad de 700 mil habitantes en la capital salteña. Y cuando, según la normativa que rige en Salta, el servicio de emergencias debería contar con, al menos, dos ambulancias de base, y con una ambulancia más cada 30 mil habitantes.